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drá por bien pagado y satisfecho, y se animará á sacar y buscar otras, si no tan verdaderas, á lo menos de tanta invención y pasatiempo. Las palabras primeras que estaban escritas en el pergamino que se halló en la caja de plomo, eran estas:

Los académicos de la Argamasilla, lugar de la Mancha, en vida y muerte del valeroso don Quijote de la Mancha, hoc scripserunt.

El Monicongo, académico de la Argamasilla, á la sepultura de don Quijote.

EPITAFIO

El calvetrueno que adornó á la Mancha de más despojos que Jasón de Creta; el juicio que tuvo la veleta aguda, donde fuera mejor ancha, el brazo que su fuerza tanto ensancha, que llegó del Catay hasta Gaeta; la musa más horrenda y más discreta que grabó versos en broncínea plancha ; el que á cola dejó los Amadises, y en muy poquito á Galaores tuvo, estribando en su amor y bizarría; el que hizo callar los Belianises; aquel que en Rocinante errando anduvo, yace debajo desta losa fría.

Del Paniaguado, académico de la Argamasilla, in laudem Dulcinea del Toboso SONETO

Esta que veis de rostro amondongado, alta de pechos y ademán brioso,