Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - Tomo II (1908).pdf/180

Esta página no ha sido corregida
— 176 —

iba el valiente Pierres por los aires, que es un poco mayor que un timón de carreta? Y junto á la clavija está la silla de Babieca, y en Roncesvalles está el cuerno de Roldán, tamaño como una grande viga, de donde se infiere que hubo doce Pares, que hubo Pierres, que hubo Cides y otros caballeros semejantes, destos que dicen las gentes que á sus aventuras van. Si no, díganme también que no es verdad que fué caballero andante el valiente lusitano Juan de Merlo, que fué á Borgoña, y se combatió en la ciudad de Ras con el famoso señor de Charní, llamado mosén Pierres, y después en la ciudad de Basilea con mosén Enrique de Romestán, saliendo de entrambas empresas vencedor y lleno de honrosa fama; y las aventuras y desafíos que también acabaron en Borgoña los valientes españoles Pedro Barba y Gutierre Quijada, (de cuya alcurnia yo desciendo por línea recta de varón), venciendo á los hijos del conde de San Polo. Niéguenme asimismo que no fué á buscar las aventuras á Alemania don Fernando de Guevara, donde se combatió con micer Jorge, caballero de la casa del duque de Austria. Digan que fueron burla las justas de Suero de Quiñones, del Paso; las empresas de mosén Luis de Falces contra don Gonzalo de Guzmán, caballero castellano, con otras muchas hazañas hechas por caballeros cristianos destos y de los reinos estranjeros, tan auténticas y verdaderas, que torno á decir, que el que las negase, carecería de toda razón y buen discurso.

Admirado quedó el canónigo de oir la mezcla que don Quijote hacía de verdades y mentiras, y de ver la noticia que tenía de todas aquellas cosas tocantes y concernientes á los hechos de su andante caballería; y así le respondió: