Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - Tomo III (1908).pdf/442

Esta página no ha sido corregida
— 438 —

T ñan y me ayudan á llevar mi trabajo maravillosamente.

—Pues no ha de ser así, Sancho amigo, respondió don Quijote, sino que para que tomes fuerzas lo hemos de guardar para nuestra aldea, que á lo más tarde llegaremos allá, después de mañana...

Sancho respondió que hiciese su gusto, pero que él quisiera concluir con brevedad aquel negocio á sangre caliente y cuando estaba picado el molino, porque en la tardanza suele estar muchas veces el peligro, y á Dios rogando y con el mazo dando, y que más valía un toma que dos te daré, y el pájaro en la mano que buitre volando.

—No más refranes, Sancho, por un solo Dios, dijo don Quijote, que parece que te vuelvas al sicut erat; habla á lo llano, á lo liso, á lo no intricado, como muchas veces te he dicho, y verás como te vale un pan por ciento.

—No sé que mala ventura es esta mía, respondió Sancho, que no sé decir razón sin refrán, ni refrán que no me parezca razón; pero yo me emendaré si pudiere; y con esto cesó por entonces su plática.