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T 407especulación de nuestros antiguos sabios; y el refrán que no viene á propósito, antes es disparate que sentencia. Pero dejémonos desto, y pues ya viene la noche retirémonos del camino real algún trecho, donde pasarémonos esta noche, y Dios sabe lo que será mañana.

Retiráronse, cenaron tarde y mal, bien contra la voluntad de Sancho, á quien se le representaban las estrechezas de la andante caballería usadas en las selvas y en los montes, si bien tal vez la abundancia se mostraba en los castillos y casas, así de don Diego de Miranda, como en las bodas del rico Camacho, y de don Antonio Moreno; pero consideraba no ser posible ser siempre de día, ni siempre de noche, y así pasó aquella durmiendo, y su amo velando.

CAPITULO LXVIII

De la cerdosa aventura que le aconteció á don Quijote.

Era la noche algo escura, puesto que la luna estaba en el cielo, pero no en parte que pudiese ser vista; que tal vez la señora Diana se va á pasear á los antípodas, y deja los montes negros y los valles escuros. Cumplió don Quijote con la naturale-