Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - Tomo III (1908).pdf/371

Esta página no ha sido corregida
— 367 —

.

3671 hace merced en dármelos? Yo no imprimo mis libros para alcanzar fama en el mundo, que ya en él soy conocido por mis obras; provecho quie ro, que sin él no vale un cuatrín la buena fama.

—Dios le dé á vuesa merced buena mandercha, respondió don Quijote, y pasó adelante á otro cajón, donde vió que estaban corrigiendo un pliego de un libro que se titulaba Luz del alma, y en viéndola dijo: Estos tales libros, aunque hay muchos deste género, son los que se deben imprimir, porque son muchos los pecadores que se usan, y son menester infinitas luces para tantos desalumbrados. Pasó adelante, y vió que asimismo estaban corrigiendo otro libro, y preguntando su título le respondieron que se llamaba la Segunda parte del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, compuesta por un tal vecino de Tordesillas. Ya yo tengo noticia deste libro, dijo don Quijote; y en verdad y en mi conciencia que pensé que ya estaba quemado y hecho polvo por impertinente; pero su San Martín se le llegará como á cada puerco: que las historias fingidas tanto tienen de buenas y de deleitables, cuanto se llegan á la verdad ó á la semejanza della, y las verdaderas tanto son mejores cuanto son más verdaderas; y diciendo esto, con mues tras de algún despecho se salió de la emprenta, y aquel mismo día ordenó don Antonio de llevarle á ver las galeras que en la playa estaban, de que Sancho se regocijó mucho, á causa que en su vida las había visto. Avisó don Antonio al cuatralbo de las galeras como aquella tarde había de llevar á verla á su huésped el famoso don Quijote de la Mancha, de quien ya el cuatralbo y to-