Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - Tomo III (1908).pdf/306

Esta página no ha sido corregida
— 302 —

le el ahorcado que esperan, porque le ha perdonado ó la parte ó la justicia. Fuése la gente, volviéronse el duque y don Quijote al castillo, encerraron á Tosilos, quedaron doña Rodríguez y su hija contentísimas de ver que por una vía ó por otra aquel caso había de parar en casamiento, y Tosilos no esperaba menos.

1 CAPITULO LVII

Que trata de cómo don Quijote se despidió del du que y de lo que le sucedió con la discreta y des envuelta Altisidora, doncella de la duquesa.

Ya le pareció á don Quijote que era bien salir de tanta ociosidad como la que en aquel castillo tenía, que se imaginaba ser grande la falta que su persona hacía en dejarse estar encerrado y perezoso entre los infinitos regalos y deleites, que como á caballero andante aquellos señores le hacían, y parecíale que había de dar cuenta estrecha al cielo de aquella ociosidad y encerramiento, y así pidió un día licencia á los duques para partirse.

Diéronsela con muestras de que en gran manera les pesaba de que los dejase. Dió la duquesa las cartas de su mujer á Sancho Panza, el cual lloró con ellas, y dijo:

—¿Quién pensara que esperanzas tan grandes como las que en el pecho de mi mujer Teresa Panza engendraron las nuevas de mi gobierno, habían de parar en volverme yo agora á las arrastradas aventuras de mi amo don Quijote de la Mancha?