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LOS CARACTERES MEDIOCRES


I. HOMBRES Y SOMBRAS.—II LA DOMESTICACIÓN DE LOS MEDIOCRES:
GIL BLAS DE SANTILLANA.—III LA VANIDAD Y EL ORGULLO.—
IV LA DIGNIDAD.

I.—Hombres y sombras.

Desprovistos de alas y de penacho, los caracteres mediocres son incapaces de volar hasta una cumbre ó de batirse contra un rebaño. Su vida es perpetua complicidad con la ajena. Son hueste mercenaria del primer hombre firme que sepa uncirlos á su yugo. Atraviesan el mundo cuidando su sombra é ignorando su personalidad. Nunca llegan á individualizarse; ignoran el placer de exclamar yo soy», frente á los demás. No existen solos. Su amorfa estructura los obliga á borrarse en una raza, en un pueblo, en un partido, en una secta, en una bandería: siempre á embadurnarse de otros. Apuntalan todas las rutinas y prejuicios consolidados á través de siglos. Así medran. Si