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El hombre mediocre

Y si el idealista es una mente superior, su ideal asume formas definitivas: plasma la Verdad, la Belleza o la Virtud en crisoles más perennes, tiende a fijarse y durar en obras. El tiempo lo consagra y su esfuerzo tórnase ejemplar. La posteridad lo juzga clásico. Toda clasicidad proviene de una selección natural entre ideales que fueron en su tiempo románticos y que han sobrevivido a través de los siglos.

Pocos soñadores encuentran tal clima y tal ocasión que les encumbren a la genialidad. Los más resultan exóticos e inoportunos; los sucesos cuyo determinismo no pueden modificar, esterilizan sus esfuerzos. De allí cierta aquiescencia a las cosas que no dependen del propio mérito, la tolerancia de toda indesviable fatalidad. Al sentir la coerción exterior no se abajan ni contaminan: se apartan, se refugian en sí mismos, para encumbrarse en la orilla desde donde miran el fangoso arroyo que corre murmurando, sin que en su murmullo se oiga un grito. Son los jueces de su época: ven de dónde viene y cómo corre turbión encenegado. Descubren a los omisos que se dejan opacar por el limo, a los que persiguen esos encumbramientos falaces reñidos con el mérito y con la justicia.

El idealista estoico mantiénese hostil a su medio, lo mismo que el romántico. Su actitud es de abierta resiste.cia a la mediocridad organizada, resignación desdeños o renunciamiento altivo, sin compromisos. Impórtale poco agredir el mal que consienten los otros; más le sirve estar libre para realizar toda perfección que sólo dependa de su propio esfuerzo. Adquiere una "sensibilidad individualista" que no es egoísmo vulgar ni desinterés por los ideales que agitan a la sociedad en que vive. Son notorias las diferencias entre el individualismo doctrinario y el sentimiento individualista; el uno es teoría y el otro es actitud.

En Spencer, la doctrina individualista se acompaña de sensibilidad social; en Bakounine, la doctrina social coexiste con una sensibilidad individualista. Es cuestión de temperamento y no de ideas; aquel es la base del carácter. Todo