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llamar mexicanas. Nuestro idioma se compone en el dia de palabras latinas, francesas, inglesas, árabes y multitud de las tomadas del azteca; de manera que lo que en estilo familiar se habla y se escribe, dista mucho de parecerse al español puro de Cervantes. El mismo título de la novela no es castizo. Todo el mundo sabe en México, que fistol es una alhaja de oro, plata ó piedras preciosas que sirve de adorno en la camisa para prender ó asegurar la corbata, sin embargo, el nombre español es prendedero, bien que prendedero no sea tampoco la alhaja que en México conocemos por fistol.
Ninguna correccion, pues, en este sentido se hace á la novela, porque seria quitarle el estilo local que la caracteriza; pero tenemos necesidad de hacer esta advertencia, para evitar toda crítica que pudiera parecer fundada, y para que no se interprete tampoco como ignorancia de las mas triviales nociones del idioma, lo que realmente no es mas que obra de los tiempos que van modificando en las sociedades, las costumbres, los usos y el idioma mismo. Hecha, pues, esta advertencia, nos abstenemos de calificar el mérito literario, que será sin duda apreciado en lo que pueda valer, por una sociedad que en su mayoría es sensata é ilustrada.
México, Setiembre 1.o de 1859.