alto y fecundo ejemplo al pueblo argentino y á todas sus administraciones públicas.
El ministerio de relaciones exteriores dio en 1882 el primer paso hacia la unificación. Dirigió con este motivo al cuerpo consular la nota, de 5 de marzo de 1885 « en el objeto de uniformar en los consulados el uso de la Bandera y del Escudo Nacional », á cuyo efecto acompaña una lámina « debidamente colorida ». Describe, el escudo, en estos términos: « El escudo está pintado con los colores y atributos que dispuso la Soberana Asamblea de 1813. Es de forma oval, azul en sus dos cuarteles superiores y blanco en los inferiores. Sus atributos son dos manos unidas sosteniendo en una pica el gorro frigio, cuyo significado es: En Unión y Libertad; lo corona un sol naciente y lo rodean dos gajos de laurel ligados en su base, como lo representa la pintura ».
Fundada está ya en las páginas y documentos precedentes la refutación de los errores históricos y heráldicos que las palabras trascritas contienen. Los colores en heráldica toman el nombre de esmaltes, y el azul matriz el de azur. El de la bandera y del escudo argentino dicho celeste, es en el tecnicismo del Arte de blasonar, azur ligero, es decir, azur « que adicionado de blanco queda claro ». Dícese también azur blanco.[1] No tiene el escudo argentino, por otra parte, cuatro cuarteles, correspondientes al « acuartelado en cruz »: es cortado, porqué, según la acepción heráldica del léxico de la Real Academia «está partido horizontalmente en dos partes iguales».[2] Las manos están algo más que unidas, encajadas, en el símbolo heráldico dibujado del « apretón de manos », « poignée de main », « hand in handy », « in close union, just, fair, equitable »—« En estrecha, justa,