Piferrer, en la obra que describiré en seguida (VI. 194, blasón número 2699) dibuja y comenta las armas de la Villa de Horche ú Orche en la provincia de Guadalajara, en estos términos: « Escudo cortado: el 1º de azur y un castillo de plata, acompañado de dos olivos; el 2° del mismo esmalte y dos manos derechas encajadas ».[1]
En resumen: los atributos combinados del blasón nacional, gorro, pica y manos encajadas que la sostienen, responden á la idea de la aparición de las provincias del Virreinato en el concierto de las naciones independientes, bajo los auspicios del lema: En Unión y Libertad, que la moneda, decretada por la Asamblea el 13 de abril de 1813, consagró en el cuño perdurable.
La corona sinople que circunda el óvalo del escudo es también de clásico origen. Fué la rama del laurel el símbolo militar del Triunfo y de la Gloria en la antigüedad. Corona y ramas de laurel inmarcesible eran ofrecidas á los emperadores, generales y soldados romanos, que las ostentaban orgullosos en las procesiones del Triunfo, decretado por la gratitud nacional. Este concepto de los hombres de Mayo está expresado en el coro del Himno Nacional
Que supimos conseguir,
en cuyo verso los laureles corresponden á las victorias obtenidas por la Revolución en los primeros cuatro años de vida libre. El simbolismo de los dos cuarteles del escudo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, fué rodeado pues, por la corona clásica de ramas de laurel siempre verde, en conmemoración de las glorias recientes que circundaban de luminosa é histórica aureola á la nueva Patria.
Es una corona de laureles y no una guirnalda, porque, como se vé en el sello, no tiene solución de continuidad. Dispuso la Asamblea, en efecto, que las ramas se cruzaran en la parte inferior del escudo atadas con el lazo
- ↑ Más que unidas, efusivamente oprimidas una con la otra.