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Naturalmente, todo ello no vale.gran cosa; "aber", así y todo, podrá venderse en unos quince rublos....

—¿Y qué?

—Pues bien, mira... yo espero siempre que acaso venga a verme mi sobrinita. No hace mucho tiempo me lo escribió. Pues le darás el dinero a ella. Tendrá que hacer un viaje largo y costoso...

Ambos guardaron silencio durante algunos instantes. El "Abuelo" tendió la mano al apuntador.

—Y ahora, adiós, Stakanich. Quiero quedarme sólo para meditar un poco...

—¿Quieres que mande llamar a un pope?propuso el otro tímidamente.

—"Aber" no, no quiero... En Krichopol habla en el teatro un peluquero... un verdadero ukraniano, que tenía un nombre pomposo: Teófilo. Pues bien, este peluquero decía que es muy fácil encontrar uno solo el camino que conduce al otro mundo.

Tenía razón... Era un crítico de teatro muy severo, como suelen ser todos los peluqueros de los cómicos... Ah, Stakanich, viejo amigo, uno ha visto ya algo, ¿eh? ¡Después de representar en Tambov "Estábamos de juerga"! ¿Y la feria de Nijni—Novgorod? ¡Lo que nos divertíamos allí! ¡Lo que bebíamos con los comerciantes y con las mujeres!... ¡Ah, Dios mío, después de todo, algo se ha vivido, pero... ahora me parece que todo eso era estúpido... Es como un sueño insensato, un cuento infantil... Bueno, Stakanich, déjame...

Stakanich estrechó su mano fría y rígida y, volviéndose a su sitio, se puso de nuevo a hacer