un año. El Dictador no tenia mas que el tiempo preciso para proveer á la necesidad para la que se le había elegido, ni tenia tampoco tiempo para formar otros proyectos.
Así como la declaracion de la voluntad general se hace por la ley, así la declaracion del juicio público se hace por la Censura: la opinion pública es la especie de ley de la que es Ministro el Censor, y no hace sino aplicarla á los casos particulares á exemplo del Príncipe. Léjos que el Tribunal Censorio sea el árbitro de la opinion del Pueblo, no es mas que un declarador, y tan presto como se aparta de ella, sus decisiones son vanas y sin algun efecto.
Es inútil distinguir las costumbres de una Nacion de los objetos de su estimacion, por que todo esto proviene de un mismo principio, y se confunde necesariamente. Entre todos los Pueblos del mundo no es pues la naturaleza sino la