Página:El contrato social (1819).djvu/114

Esta página ha sido validada
106
EL CONTRATO

En órden á las conveniencias particulares, no es necesario ni un Estado tan pequeño, ni un Pueblo tan sencillo ni recto que la execucion de las leyes se siga inmediatamente de la voluntad pública como en una buena Democracía: ni es menester tampoco una tan grande Nacion que los Gefes esparcidos para gobernarla puedan portarse cada uno como Soberano en su Departamento, y comenzando por hacerse independientes, lleguen al fin á ser dueños.

Pero sí la Aristocracía exige algunas virtudes ménos que el Gobierno popular, ella exige tambien otras que le son propias, como es la moderacion en los ricos y el goze en los pobres, por que una igualdad rigurosa no cabe en esta especie de Gobierno, ni en Esparta misma se pudo observar.

Por lo demas, si esta forma lleva consigo cierta desigualdad de fortunas, por lo mismo en general la administracion de los negocios públicos debe confiarse á los que pueden emplear en ella todo el tiempo y atencion; pero no por que los ricos deban ser preferidos, como lo pretendia Aristóteles. Al contrario importa mucho que la eleccion opuesta haga ver algunas veces al Pueblo que hay en el merito de los hombres razones de preferencia mas relevantes que la riqueza.