Página:El casamiento de laucha.djvu/19

Esta página ha sido validada

II


Bueno, pues, anduve de tienda en tienda queriendo vender el poncho y sacar boleto con la platita, pero sin suerte porque no encontraba ningún aficionado.

—Esos ponchos no se usan por acá,—me decía uno.

—Ya tengo demasiados ponchos—me decía otro.

—No compro ropa usada,—me gritó furioso un tendero gallego que no tenía más que clavos del tiempo de ñaupa.

Por fin un bolichero me dió por él cuatro