Página:El camarero (1920).pdf/104

Esta página no ha sido corregida
100
 

ro, hubiera sido pianista: poseo unos dedos muy a propósito...

Y enseña la mano, con los dedos tan separados, que parece una horquilla de aventar. Natacha se ríe como una loca.

A veces le suplica que toque algo, y si se resiste, le amenaza: —Pues no tomaré más sus bombones ni hablaré más con usted.

Entonces él empieza a tocar con toda la fuerza de sus pulmones, provocando la risa escandalosa de Natacha. El demonio de la chiquilla hacelo que quiere de él.

Un día le dijo que tenía un apellido muy gracioso: —¡Che—re—pa—jin !... ¡Che—re—pa—jin!..haciendo muecas.

!... — repetía, El se enfadó mucho, y durante dos días no salió de su cuarto.

Cuando se le pasó el enfado, le dijo, muy serio, a Natacha: —Se ha burlado usted, Natacha Yacovlevna, de mi apellido, y ha hecho mal. No he querido revelarle a usted, hasta ahora, el secreto; pero no quiero seguir ocultándoselo. Cherepajin es el apellido de unos famosos bandoleros, ascendientes míos. Mi abuelo era el terror de la comarca, y murió en presidio. Hasta se compusieron canciones en su honor... No hay, pues, por qué tomar a broma un apellido tan ilustre.

¡Lo que nos reímos oyéndole!