Página:El brazalete de rubíes - Kuprin (1920).pdf/139

Esta página ha sido corregida

UN IDILIO



I

Hace ya... me parece a veces que hace lo menos trescientos años; tantos acaecimientos, rostros, ciudades, éxitos, fracasos, alegrías y dolcres separan aquel tiempo de éste.

Yo vivía entonces en Kiev, en una fonda que ostentaba el pretencioso título de "La Bahía del Dnieper", y cuyo propietario era un antiguo cocinero de barco despedido por borracho y casado con una mujer pérfida, ávida y malévola como una hiena.

Los huéspedes estables éramos seis, todos solteros. La habitación número 1 estaba ocupada por el más antiguo de todos, que hacía muchos años había sido comerciante y poseído un almacén ortopédico, perdiendo después en el juego, al que se entregó por completo, toda su fortuna. Durante algún tiempo había sido comisionista; pero su pasión por el juego le había hecho perder el empleo. A la sazón vivía de un modo estúpido e insensato; dormía todo el día y pasaba la noche en los garitos que tanto abundan en la orilla del