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pues,y á veces muy al principio, á estrechar al rey para hacerle morir: entonces las piezas de este van agrupándose en su defensa y, mientras son en igual número que las de ataque, el rey no corre peligro; y si, en caso de ser en número inferior, puede temer por su vida, debe aspirará cambiar piezas, pero de suerte que tome las que podrian darle mate y no las que habian de limitarse á estrecharle ú ofenderle.

Por regla general, cuando hay muchas piezas que estrechan al rey, debe este poner otras en defensa, y no prender, sino esperar á pié firme al enemigo.

La razon de esto se funda en que, para atacar, se necesita pieza de mas, y dejándose atacar, se hace la defensa con una menos, pues no se desvian las piezas de su mútua union y defensa.

El mate mas breve es el del loco, que se dá á la segunda jugada; pero esto, como se verá, depende de que el contrario juegue de un modo torpe y casual. Necesítase que el negro avance dos pasos el peon de su caballo real y uno ó dos el de su alfil real, y de ese modo deja abierto un enfile oblícuo, que aprovecha la reina contraria en su segunda jugada, dando jaque y mate en la cuarta casa de la torre real.

El mate mas pronto, despues de ese, es el del pastor, ó de l'écolier Como tambien le llaman los franceses, que se verifica á la cuarta jugada. Se dá con la reina que, apoyada por el alfil real, prende el