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De Leonardo de Vinci — 39

§ LXXXIII.

De los reflejos duplicados y triplicados.

Los reflejos duplicados son mas fuertes que los simples; y las sombras interpuestas en los claros incidentes y los reflejos son poco sensibles. Por ejemplo: sea A el luminoso; A N, A S los rayos directos; S N las partes de un cuerpo iluminado; O E las iluminadas con reflejos; será el reflejo A N E reflejo simple; A N O, A S O reflejo duplicado. Llámase reflejo simple aquel que produce un cuerpo iluminado solo; y el duplicado es el que producen dos cuerpos iluminados y el simple. El reflejo E lo origina el cuerpo iluminado B D; el duplicado O se compone del iluminado B D y D R, y su sombra es muy poca por estar entre la luz incidente N y la refleja N O, S O. Figura V.


§ LXXXIV.

Ningún color reflejo es simple sino mixto de los que le producen.

Ningún color que reflecta en la superficie de otro cuerpo la tiñe de su propio color, sino que este será una tinta compuesta de todos los demás colores reflejos que resaltan en el mismo parage. Por ejemplo: reflejando el color amarillo A en la parte del cuerpo esférico C O E, é igualmente el azul B, será el reflejo mixto del amarillo y azul; de modo que si el tal cuerpo esférico era blanco, quedará teñido en aquel parage de verde; porque de la mixtión del amarillo y azul resulta verde hermoso. Figura VI.