§ LXVIII.
Es claro que hay aire grueso y aire sutil, y que cuanto mas se va elevando de la tierra, va enrareciéndose mas, y haciéndose mas trasparente. Los objetos grandes y elevados que se representan en término muy distante, se hará su parte inferior algo confusa, porque se miran por una línea que ha de atravesar por medio del aire mas grueso; pero la parte superior, aunque se mira por otra línea, que también atraviesa en las cercanías de la vista por el aire grueso, como lo restante camina por aire sutil y trasparente, aparecerá con mayor distinción. Por cuya razón dicha línea visual cuanto mas se va apartando de tí, va penetrando un aire mas y mas sutil. Esto supuesto, cuando se pinten montañas se cuidará que conforme se vayan elevando sus puntas y peñascos, se manifiesten mas claras y distintas que la falda de ellas; y la misma gradación de luz se observará cuando se pinten varias de ellas distantes entre sí, cuyas cimas cuanto mas encumbradas, tanta mas variedad tendrán en forma y color.
§ LXIX.
La razón de hacerse esto asi es, porque siendo dicho aire mucho mas grueso en la proximidad de la tierra, y enrareciéndose á proporción de su elevación; cuando el sol está todavía á levante, en mirando hácia poniente, tendiendo igualmente la vista hácia el mediodía y norte, se observará que el aire grueso recibe mayor luz del sol