modo acrediten á los futuros el agradecimiento que tuvieron al beneficio recibido, y manifiesten que yo he sido profesor de esta arte. Pero si no ha correspondido mi obra al concepto que tenian formado de mí, á lo menos no me culparán de haberme creido yo alguna vez capaz de ello: y si mi ingenio no ha podido acabar una cosa que solo el intentarla es laudable, acuérdense que en las empresas de mucha dificultad suele ser mérito el emprenderlas. Tal vez habrá quien supla lo que á mí me ha faltado, y pueda dar mas luces y auxilios á los Pintores en esta nobilísima arte, lo cual, si llega á suceder, le suplico, cuan encarecidamente puedo, que emprenda y tome á su cargo tan honroso y útil trabajo con vigor y eficacia, para que lleve el arte al último grado de perfección y excelencia. Sin embargo será mucha complacencia siempre para mí el haber sido el primero que ha escrito sobre tan ingeniosa arte, cuya dificil empresa, si no he podido llevarla hasta aquel punto que aguardaban los lectores, échese la culpa mas bien á la naturaleza, que á mí mismo, la cual parece ha impuesto la ley de que todas las artes han de tener principio en cosas defectuosas, puesto que, según el común axioma, nada nace perfecto. Y los que vengan después de mí, si se hallan con mas capacidad y fuerzas, podrán conducirlo al cúmulo de la posible perfección.
Página:El Tratado de la Pintura.djvu/378
Esta página ha sido corregida
262 — Tratado de la Pintura