los artífices plateros, y ejercítense ellos en cosas mas grandiosas, pues el que sepa pintar ó modelar una figura grande, podrá tal vez de un solo rasgo hacer una pequeña con perfección: pero los que están acostumbrados y hechos á trabajar cosas pequeñas, facilmente errarán en las grandes. Hay algunos que copian las pinturas de otro, y adquieren reputación en este género de trabajo, en el qual se ejercitó Camálides, Escultor, quien hizo doce vasos imitando el estilo de Zenodóro, de suerte que no se diferenciaban en ninguna manera de las obras de este. Mucho se engañan los Pintores si piensan que los que han llegado á ser Maestros consumados en el arte han hecho otra cosa, que procurar pintar los objetos del mismo modo que los pinta la naturaleza á nuestros ojos en la cuadrícula ó velo. El que se dedique á copiar las obras de otro, por ser mas fácil que copiar del natural, respecto de que en la Pintura están los objetos firmes, mas bien quisiera yo que se ejercitara en copiar obras de Escultura, aunque fuesen medianas, que no pinturas, aunque fuesen muy buenas (L). Porque copiando un cuadro, solo aprendemos á imitar y sacar un traslado parecido; pero copiando del modelo, aprendemos á imitar y estudiamos al mismo tiempo el efecto de las luces, para lo cual ayuda mucho el mirarlas con los ojos algo cerrados al través de las pestañas, para que parezcan algo mas oscuras las luces. Tal vez aprovechará mas el ejercicio de modelar que la práctica del pincel, porque la Escultura es arte mas fácil que la Pintura. Nadie podrá pintar bien una cosa sin que sepa perfectamente todos los relieves que tiene, y esto se aprende mejor modelando que pintando. Es evidente que en cualquiera edad ó época se pueden encontrar Escultores á lo menos de mediano mérito; mas Pintores todos son á cual mas miserables é ignorantes (M). Finalmente
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de Leon Bautista Alberti — 257