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De Leonardo de Vinci — 155

§ CCCXXXIII.

Por qué una cosa pintada, aunque la perciba la vista bajo el mismo ángulo que á otra mas distante, no parece nunca tan remota como la otra que lo está realmente.

Supongamos que en la pared B C pinto yo una casa que ha de fingir que dista una milla; y después pongo otra que está realmente á la misma distancia, y ambas están de tal modo que la pared A C corta la pirámide visual con segmento igual: digo, que nunca parecerán á la vista estos dos objetos ni de igual tamaño, ni de igual distancia. Figura XX. (32).


§ CCCXXXIV.

De los campos.

El campo de las figuras es una parte principalísima de la Pintura, en los cuales se advierte distintamente el término de aquellos cuerpos que son naturalmente convexos y la figura de ellos, aun cuando su color sea el mismo que el del campo. La razón es, porque el término convexo de un cuerpo no recibe la luz del mismo modo que la recibe lo demás del campo, pues muchas veces será aquel mas claro, ó mas oscuro que este. Pero si en este caso el término de un cuerpo viniese á quedar del mismo color que el campo, sin duda quedaria muy confusa su figura en aquella parte; lo cual debe evitar ingeniosamente el Pintor hábil, puesto que su fin no es otro que el de que las figuras resalten bien sobre el campo; y en las circunstancias dichas sucede al contrario, no solo en la Pintura, sino también en las cosas de bulto.