Página:El Tratado de la Pintura.djvu/246

Esta página ha sido corregida
152 — Tratado de la Pintura

grueso, los objetos que estén en bajo llegarán á la vista no distintamente; y al contrario.

Cuandoo el sol pone encendidas á las nubes que se hallan por el horizonte, participarán también del mismo color aquellos objetos, que por lo distantes parecían azules: de aqui se originará una tinta con lo azul y lo rojo, que dará mucha alegría y hermosura á un pais, y todos los objetos que reciban la luz de este rosicler, si son densos, se verán muy distintamente y de color encendido.

El aire, igualmente, para que esté trasparente participará también de este mismo color, á manera del que tienen los lirios.

El aire que se halla entre el sol y la tierra al tiempo de ponerse aquel, ó al salir, debe sietnpre ocupar todas las cosas que están detras de él mas que ninguna otra parte. Esto es, porque el aire entonces tira mas á blanco.

No se señalarán los perfiles ó contornos de un cuerpo de modo que insista sobre otro, sino que cada figura resalte por sí misma.

Si el término de una cosa blanca insiste sobre otra cosa blanca, si es curvo, hará oscuro por su naturaleza, y será la parte mas oscura que tenga la masa luminosa; pero si cae sobre campo oscuro, entonces el término parecerá la parte mas clara de la masa oscura. [1]

La figura que insista en campo mas variado resaltará mas que cualquiera otra.

A larga distancia lo primero que se pierde es el término de aquellos cuerpos de color semejante, si se mira el uno sobre el otro, como cuando se ve la copa de una encina sobre otra. A mayor distancia se perderá de vista el término ó contorno de los cuerpos que tengan una media tinta, si insisten unos sobre otros, como árboles, barbechos, murallas, ruinas, montes ó peñascos; y lo último

  1. Aquí parece que debe decir oscura según el contexto, aunque en el original dice luminosa.