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142 — Tratado de la Pintura

§ CCCXIV.

De la vista de una Ciudad circundada de aire grueso.

La vista que considera á una Ciudad circundada de aire grueso, verá lo alto de los edificios mas oscuros; pero con mas distinción que la parte inferior, y esta en campo claro, porque están rodeados de aire denso.


§ CCCXV.

De los términos inferiores de los objetos remotos.

Los términos inferiores de los objetos remotos son siempre menos sensibles que los superiores: esto sucede frecuentemente en las montañas y collados, á cuyas cimas sirven de campo las otras que están detras. A estas se les ve la parte superior mas distintamente que la inferior, y está mucho mas oscura, por estar menos rodeada de aire grueso que está por abajo, y es el que confunde los términos de la falda de los montes y collados. Lo mismo sucede á los árboles y edificios, y demás cuerpos que se elevan; y de aqui nace que las torres altas por lo común, vistas á larga distancia, parecen mas gruesas hacia el capitel, y mas estrechas abajo; porque la parte superior demuestra el ángulo de los lados que terminan con el del frente, lo cual no lo oculta el aire sutil, como hace el grueso. La razón de esto se ve en la proposición 7.ª del libro I.º que dice: el aire grueso que se interpone entre el sol y la vista es mucho mas claro en lo alto que en lo bajo: y en donde el aire es mas blanco confunde mucho mas para la vista los objetos oscuros, que si fuese azul, como se manifiesta á larga distancia. Las almenas de las fortalezas son tan anchas como los espacios que hay entre ellas, y aun parecen mayores los espacios que las almenas; y á una distancia mas larga se