otro será casi rojo á semejanza del fuego. Finalmente cuídese mucho de que las figuras pintadas tengan la masa del claro grande, y la luz alta, esto es, luz viva, pues las personas que van por la calle todas tienen la luz encima de sus cabezas: y es evidente que si las diera la luz por debajo, costaría trabajo el conocerlas (24).
§ CCLXXX.
Sea A B la pintura que se deba ver, y D la luz; digo, pues, que si el que la mire se pone entre los puntos C y E. no la verá bien, especialmente si la pintura es al oleo ó barnizada; porque hace reflejos como un espejo: por lo cual cuanto mas se aproxime al punto C, menos verá; porque alli es donde resaltan los rayos de la luz que entra por la ventana, y da en la pintara. Poniéndose, pues, entre los puntos E y D, percibirá bien todo la vista, y mucho mejor cuanto mas se acerque á D; porque este punto es el que menos participa de la percusión de los rayos reflejos. Figura XV.
§ CCLXXXI.
El punto de vista debe estar á la altura de los ojos de un hombre de regular estatura; y el extremo de la llanura que confina con el cielo (esto es, el horizonte) debe estar á dicha distancia; pero la elevación de las montañas es arbitraria.