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De Leonardo de Vinci — 101

§ CCXXIV.

De los músculos.

Los miembros de un jóven no se deben representar con los músculos muy señalados; porque esto es señal de una fortaleza propia de la edad madura, y que no se halla en los jóvenes. Señalaránse, pues, los sentimientos de los músculos mas ó menos suavemente, según lo mucho ó poco que trabajen, teniendo cuidado de que los músculos que están en acción han de estar mas hinchados y elevados que los que descansan; y las líneas centrales intrínsecas de los miembros que se doblan nunca tienen su natural longitud.


§ CCXXV.

La figura pintada con demasiada evidencia de todos sus músculos ha de estar sin movimiento.

Cuando se pinte un desnudo, señalados sobradamente todos sus músculos, es forzoso que se le represente sin movimiento alguno: porque de ningún modo puede moverse un hombre á menos que la una parte de sus músculos no se afloje, y la otra opuesta tire. Los que se aflojan quedan ocultos, y los que tiran se hinchan y se descubren enteramente.


§ CCXXVI.

Nunca se debe afectar demasiado la musculacion en el desnudo.

Las figuras desnudas no deben estar sobradamente anatomizadas, porque quedan sin gracia ninguna. Los músculos solo se señalarán en aquella parte del miembro que ejecuta la acción. El músculo se manifiesta por lo comun en