Por esto es muy conducente observar estas cosas cuando suceden naturalmente, y luego haciendo que otro lo finja, cuando sea menester, se toma de él lo que viene al caso, y se copia.
§ CCXIX.
Todos los circunstantes de cualquier pasage digno de atención estan con diversos actos de admiración considerándolo, como cuando la Justicia ejecuta un castigo en algunos malhechores. Y si el caso es de devoción, entonces los presentes están atendiéndolo con semblante devoto en varias maneras, como si se representase el santo Sacrificio de la Misa á la elevación de la Hostia y otros semejantes. Si el caso es festivo y jocoso ó lastimoso, entonces no es preciso que los circunstantes tengan la vista dirigida hácia él, sino que deben estar con varios movimientos, condoliéndose ó alegrándose varios de ellos entre sí. Si la cosa es de espanto, se representará en los rostros de los que huyen grande expresión de asombro ó temor, con variedad de movimientos, según se advertirá cuando se trate de ello en su libro respectivo.
§ CCXX.
Nunca se debe pintar una figura delgada y con los músculos muy relevados; porque las personas flacas nunca tienen mucha carne sobre los huesos, antes bien por falta de ella son delgados; y en donde no hay carne, mal pueden ser gruesos los músculos.