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Capítulo XXV

El burucuyá o la pasionaria


El bejuco que hemos colocado en tercer lugar en la categoría de los más preciados de este suelo, aunque no tiene las propiedades medicinales y alimenticias de los otros, merece la primacia por su hermosura, su magnificencia y sus caracteres simbólicos. En efecto, entre la innumerable variedad de lianas de nuestro emisferio, la que más cautivó la atención de los descubridores e historiadores de América, por la rara belleza de sus flores, fué el burucuyá de los Guaraníes que los Europeos han realzado con el nombre de pasionaria o flor de la Pasión, enredadera vivaz, de pomposo follaje verde-esmeralda, que se conserva todo el año, y que por espacio de cuatro meses luce esmaltada de hermosas flores en que se encuentran todos los matices del azul, desde el celeste al turquí, y los del encarnado, desde el rosa al carmesí, y a veces en una misma flor reunidas todas estas tintas; viéndose, al mismo tiempo, cubierta de frutos naranjados, más bellos, cuando entreabiertos muestran los granates de su seno.

Admirable y singular como toda ella es la manera