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EL ROBINSON SUIZO.

le condujese hasta donde V. estaba, quedándome cerca del sitio donde habia visto al jabalí escarbar la tierra, y no fue poca mi sorpresa cuando noté allí mismo al chacal y á maese Knips regalarse con una especie de tubérculos negruzcos de que estaba sembrado el terreno. Recogí algunos, guardélos en el zurron y hélos aquí.

Al pronunciar estas palabras el naturalista me presentó cinco ó seis tubérculos como patatas, cuyo penetrante olor me llamó la atencion; partí uno y llevándolo á la boca reconocí que eran excelentes trufas.

—Sin duda, dije á mi hijo felicitándole por su descubrimiento, el jabalí en cuestion (aficionadísimo á la fruta) se gozaba desenterrando estas para su cena, y su furor le provino de habérsele molestado en su placentera tarea. El hallazgo no deja de tener mérito, y tu madre de seguro lo sabrá aprovechar, pues ya tiene un nuevo medio para sazonar los platos, que envidiarian más de cuatro gastrónomos de Europa.

Mis hijos mostraron deseo de que les diese algunos detalles sobre esta singular produccion que no presenta ninguna apariencia vegetal.

—Los naturalistas, les dije, están acordes en considerar la trufa como una especie de hongo que brota sin raíces, sin hojas ni tallos que descubran su existencia. Sería difícil encontrarla sin el penetrante olor que despide, el cual nunca llegaria á herir los imperfectos sentidos del hombre como no apelasen á órganos más perspicaces, tales como los de los cerdos y los perros. Los cerdos no se contentan con reconocer y desenterrar la trufa, sino que se la comen considerándola como uno de sus mejores regalos, miéntras que los perros se satisfacen con indicarla, arañando con las patas la superficie de la tierra en el sitio donde creen se oculta el precioso tubérculo.

—Y ¿no hay otro medio, insistió Ernesto, de conocer el terreno donde se crian las trufas?

—Segun dicen, existe un indicio bastante seguro, y es la presencia de algunas moscas verdes que revolotean por encima de los prados secos donde se crian por lo comun las trufas. Esas moscas son crisálidas procedentes de unos gusanos que roen estos tubérculos y sobre los cuales ponen sus huevos. La especie y forma de tales insectos no os la podré indicar porque la ignoro.

Se encuentran trufas en casi todas las partes del mundo; pero con más abundancia en los países templados. La Francia y el Piamonte las producen, segun cuentan, en cantidad prodigiosa, siendo muy estimados de los conocedores su carne y perfume.

La trufa es redonda, de forma irregular, superficie negruzca ó parda, llena de asperezas tuberculosas, y la baya es una fécula dura, compacta y jaspeada con venas de colores. Está clasificada juntamente con el hongo entre las plantas criptógamas. Por largo tiempo ha sido un secreto su reproduccion; mas segun parece al fin se ha descubierto el medio de procrearlas. Si es verdadero este hecho,