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EL ROBINSON SUIZO.

tales, por haber observado que infinidad de familias de entre los dos trópicos no se alimentan sino de su producto. A su apacible sombra y sin otro sustento que su fruto renovado sin cesar por los vástagos prolonga á veces el brahman [1] más de cien años una existencia sin dolencias ni inquietudes. Un solo árbol de estos á la orilla de un arroyo provee á todas sus necesidades. Presumo, añadí cuando hube agotado lo que sabía del plátano, que los frutos del que tenemos á la vista, por no hallarse aun en completa sazon, han perdido algunas de sus preciosas cualidades, ó quizá su inmersion en el agua de mar haya alterado su sabor; mas sea lo que quiera, siempre hemos hecho una buena adquisicion, de la que conviene sacar el major partido posible.

Miéntras yo disertaba mi esposa se entretuvo en partir varios plátanos buscando aunque en vano en esos frutos alguna pepita ó grano para enriquecer la coleccion de plantas útiles de su huerta; pero la hice notar lo particular de esta produccion, que es el no contener semilla, y que el medio de reproduccion de este singular vegetal está únicamente en sus renuevos, con los cuales se multiplica plantándolos en terreno húmedo, do prenden y arraigan fácilmente. En cuanto á la almendra del cacao que á todo trance mi esposa queria sembrar en la huerta, tambien hubo de renunciar á ello, mediante una observacion de maese Ernesto, que nos demostró que el haba del cacao, para germinar y prosperar, debia sembrarse luego de recogido el fruto.

Acordóse pues que al dia siguiente Federico iria con el caiak á buscar los elementos necesarios para la reproduccion de estas dos preciosas plantas, así como muestras de algunos otros arbustos de la ribera. Hízolo así en efecto, miéntras por nuestra parte nos ocupábamos en los preparativos de la marcha; y temiendo que su pequeña embarcacion no tuviese cabida para el cargamento que sin duda proyectaba, arregló con cañas entrelazadas una especie de balsa que puso á remolque del bote para aumentar los medios de transporte. Sería una vergüenza, decia, hacer un viaje exprofeso para traer únicamente piés de plátano y cacao. Un aventurero de mi clase no debe contentarse con tan escaso botin.

Estuvo ausente todo el dia, regresando al anochecer con el caïack y la balsa tan cargados que parecia un buque flotante de ramaje verde.

—¡Bravo! ¡bravo! exclamó toda la familia al verle con tanto aparato.

Franz y Ernesto se apresuraron á descargarlo todo, arrastrarlo á la cabaña más contentos y ufanos que el almirante Auson cuando atracó al muelle los galeones de plata de Acapulco [2]. Santiago recibió de su hermano un saco, que á

  1. Llámase brahmanes á los filósofos y doctores de la religion de Brahma que componen la primera casta entre los indios y sólo se ocupan en el estudio de los Vedas ó libros sagrados de que son los únicos depositarios.
  2. Esta hazaña, ó mejor escandalosa pirateria del almirante Auson que aquí se cita, acaeció en 1740, cerca de Filipinas, y la cantidad de plata que traian para España los galeones apresados ascendió á cerca de un millon de libras esterlinas. (Notas del Trad.)