el paladar con algunas golosinas que hasta entónces no habia podido hacer por falta de vajilla.
Satisfecha la primera necesidad, pensóse en el lujo. Los platos y tazas de loza de que ya nos servíamos, á pesar de su hermoso barniz blanco y trasparencia nos parecian ordinarios y de poco gusto. Santiago deseaba tuvieran las piezas esmaltes y dibujos de colores que tanto las realzan y embellecen; pero la pintura en porcelana era un arte de pura ostentacion que requeria conocimientos especiales y primeras materias apropiadas al caso de que carecíamos. Sin embargo, echando mano de los objetos que poseia, ya que no me era dado estampar flores y paisajes como en las vajillas de China, satisfice el capricho de mi hijo en lo posible, dando lujosa apariencia á algunas piezas.
Entre los objetos salvados del buque habia varias cajas de collares, brazaletes y otras bujerías de vidrio de diferentes colores, para trocarlos con los de América. Las reuní todas y reduje á polvo en el célebre mortero de hierro que sirvió para dar salida á la pinaza; y en seguida mezclé el polvo con el barro de porcelana, el cual puesto al fuego, segun habia previsto dió por resultado unos abrillantados matices y degradacion de colores junto con un esmalte que superó mis esperanzas. A pesar de tan imperfecto sistema el éxito de este ensayo me proporcionó un juego de café completo y otras varias piezas que hubieran podido figurar en cualquier mesa, pareciéndose más á la porcelana china que á la inglesa.
A los utensilios que podian labrarse con el torno sucedieron los fabricados con moldes de madera, y despues con otros de barro comun de caprichosas formas, que cocidos en el horno sirvieron para modelas vasos, jarrones, flores y otras piezas de lujo, enriquecidas con relieves y otros ornatos, que si bien distaban de rivalizar con los productos de China ó de Sévres, atestiguaban al ménos la intencion de imitarlos. Mi esposa é hijos iban depositándolo todo con orgullo en el escaparate del comedor, nuevo y artístico museo debido exclusivamente á nuestra industria, tanto más recomendable cuanto que al ingenio particular del individuo movido por la necesidad debia su orígen.
Viniéndosenos encima la estacion de las lluvias fue preciso renunciar á nuestras excursiones. Los vientos y aguaceros comenzaron á inundar la campiña como en los años anteriores, y el cielo, ántes tan puro y sereno, se cubrió de nubarrones, anunciando con la llegada del invierno terribles huracanes y frecuentes tempestades. Hubo que cerrar la puerta de la gruta y ocuparse exclusivamente en las pacíficas tareas reservadas para aquella época del año. El torno de alfarero siguió funcionando miéntras hubo tierra á propósito y hasta que fue imposible salir para otro acopio.
Los huevos de tortuga, cuyos cascarones se conservaban partidos por igual y con elegantes piés de madera esmeradamente torneados, se convirtieron en graciosas copas y jarrones destinados aquellos para beber y estos para floreros durante el verano.