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CAPÍTULO XXXVII.

concha quedó destinada para taza de la fuente situada en el interior de la gruta. Era una pieza soberbia, que tendria ocho piés de longitud por tres de anchura. Partióse la carne á fin de sacar el mejor partido de tan opimo despojo. No dejó de ser trabajosa la operacion de someterlo á las indispensables preparaciones que exigia el uso á que se destinaba. Nos encontrámos con un tesoro que por largo tiempo nos iba á proporcionar sopa suculenta y en extremo sustanciosa. La carne era tierna y en el sabor asemejábase á la de ternera. Al considerar su magnitud, tanto el señor profesor Ernesto como yo convenímos en que esta tortuga pertenecia á la especie de las que se llaman verdes, las mayores en su clase.