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EL ROBINSON SUIZO.

estaba de Dios, habríamos de dirigir la palabra, pertenecerian á esa raza tan numerosa y extendida.

Quedámos pues convenidos que cultivaríamos en comun y al mismo tiempo el frances y el aleman, que yo enseñaria el inglés á mi esposa, á Franz y á Federico; y que los demás estudiarian solos el idioma que mejor les pareciese. Así era que en ocasiones nuestro gabinete de estudio se parecia á una Babel en pequeño, cuando por distraer el estudio cada cual se ponia á recitar en alta voz trozos ó extractos de sus libros favoritos. Este ejercicio, extraño y casi ridículo á primera vista, no dejaba de proporcionar una ventaja, y era provocar explicaciones de las que resultaba aprender toda la familia una palabra ó frase de un idioma que habia ignorado hasta entónces.

En estos ejercicios intelectuales Ernesto era siempre el primero y el que se llevaba la palma, superando en memoria é inteligencia, y sobre todo en perseverancia y ardor por el estudio, á sus demás hermanos. No contento con aprender el inglés, se dedicaba al propio tiempo al latin, que le era indispensable para satisfacer su pasion por la historia natural. Su afan por el estudio era tal que á veces me ví obligado á quitarle el libro de la mano, mandándole se ocupase en algun ejercicio corporal provechoso á su salud.

Nada he dicho hasta ahora de otros mil objetos ricos y de lujo que encontrámos en el buque naufragado, sin concederles grande importancia. Poseíamos por lo tanto variedad de muebles, como cómodas, consolas, sillerías, espejos, adornos para encima de las mesas, relojes y entre ellos un soberbio cronómetro de campana que daba las horas. Entre todo esto elegí lo que me pareció mejor para decorar nuestra morada, que ya iba tomando el aspecto de un palacio, como la llamaban mis hijos.

Entónces fue cuando resolvímos cambiarle el nombre. La primitiva y reducida tienda de campaña que ántes nos cobijara representaba ya un papel muy secundario para conservar el nombre de Zeltheim, y despues de muchas discusiones animadas, se adoptó el de Felsenheim (casa del peñasco).