Página:El Robinson suizo (1864).pdf/163

Esta página ha sido corregida
143
CAPÍTULO XXI.

sin reparo alguno. Agradeció este á su hermano el favor que acababa de dispensarle, y en recompensa fuése á buscar el mono para regalárselo á Ernesto, quien se proponia sacar de él gran partido.

Terminado el incidente, nos acostámos en la blanda cama que tanto echáramos de ménos las noches anteriores.