Página:El Pasatiempo.djvu/8

Esta página ha sido validada
— 8 —

sobre la abundancia y escelencia de las provisiones.

―Por el alma de S. Luis, vosotros, los nobles de provincia, vivis perfectamente! esclamó el monarca despues de haberle hecho debida justicia á pescado, carne, aves y pasteleria.—Os juro que no he visto banquete como este desde que salí de mi buena ciudad de Paris. Debeis estar muy rico, señor Duque, ó vuestro cocinero no os proporcionará cenas tan esquisitas todas las noches en Vaudemont.

­ —Señor, replicó el Duque, esta no es la cena diaria, porque la verdad sea dicha, la cena de que habeis participado estaba dispuesta en honor de los desposorios de mi hija mayor, y esta ceremonia vuestra visita real por ahora ha detenido.

—Le debo á la novia mil apologias, replicó el rey, y la única enmienda que puedo ofrecerla es hacer mañana el oficio de padrino, antes de Salir de Vaudemont.

—Vuestra magestad nos concederá un sin igual honor.

―Tambien tengo que suplicar el perdon del novio por el chasco que inocentemente le he causado, observó el rey: os suplico que me lo deis á conocer, mi señor Duque. Por san Denis, esclamó el monarca riéndose cuándo el Duque con mucha formalidad le presentó el Conde de Brienne. Sois algo atrevido Conde, en pretender á una Señora, cuyo padre aparentemente es mas jóven que vos mismo!..... ¿Podemos ver á la novia? La pobre novia se habia aprovechado de la confusion profunda por la visita del rey y se habia retirado con Margarita al santuario de su aposento teniendo pocos deseos de mostrarle á estraños sus pálidas megillas é hinchados ojos.

A las hermanas se unió en breve su doncella Sofia, que con mejillas encendidas y ojos brillantes esclamó

—Virgen santa. Si Supieseis quien ha llegado!

―Quién? Quien? preguntó Margarita. Es mi Joyeuse?

—Sois una adivina, señorita, dijo Sofia: pero, quién creeis ha venido con él?

―Carlos de Saline, prorumpió Luisa en acentos débiles, sin atreverse á espresar lo que deseaba en alta voz.

―No, No Con qué intento había de venir aquí el ingrato Conde despues de haberle dicho que no deseabais volverlo á ver. No, no es él. Es un leal y un real, personage de quien hablo.

―El rey? gritó Margarita á la aventura.

―Si, el rey, el rey señorita, repitió Sofia, y os aconsejaria que os apresuraseis á verlo cuando pase á su dormitorio; quizá no volvereis á ver cosa semejante, porque dicen que es el príncipe mejor mozo del mundo La reina hereje de Inglaterra dicen que muere por él, y tuvo huir de Polonia de noche, porque las señoras polacas decian que no