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era por la libertad. Recobré fuerzas antes que una mano fuera puesta sobre mi, y arrojándome sobre los que me acometían, y aclarando el paso con mi fuerte brazo, como sí llevara un hacha en mi mano abri camino entre ellos. Llegué á la puerta, y en un instante estuve en la calle. Corria con tal velocidad, que ninguno se atrevió á pararme; oía el ruido de sus pasos detras, y corría con unas rapidez.

Cada vez se fueron alejando mas y mas, hasta que al fin los dejé de oír. Adelante seguía, atravesando pantanos y riachuelos, sobre collados y paredes, exalando feroces ahullidos. Iba conducido en brazos de demonios que se resbalaban sobre el viento, y atravesaba llanos y montes mientras me mareaban con las vueltas que me hacían dar en su delirante é incansable afan, hasta que turbaron mis sentidos , y al fin me arrojaron de sí con un violento sacudido, y caí pesadamente sobre la tierra. Cuando desperté, me encontré aqui, aqui , en este alegre calabozo, donde los rayos del sol raramente penetran . y la luna se introduce en rayos tan débiles, que solamente sirven para demostrarme las oscuras sombras á mí alrededor , y esa silenciosa figura en su eterno rincon. Cuando me hallo desvelado oigo con frecuencia estraños ahullidos y gritos de diferentes sitios lejanos de ese lugar. De donde proceden, lo ignoro; pero no los exala aquella pálida figura, ni tienen ninguna conecsion con ella. Porque desde las primeras sombras de la tarde hasta las mas temprana luz de la mañana, permanece sin movimiento en el mismo sitio, escuchando la música de mi cadena de hierro, y observando mis movimientos de júbilo en mi lecho de paja.

Al fin de este manuscrito, se leía en otra letra esta nota.

La historia del desgraciado cuyos delirios han sido trazados aquí por su propia mano, es un melancólico ejemplo de los perniciosos resultados de pasiones mal dirigidas en la primera edad , y escesos prolongados hasta que sus consecuencias jamas encontraron reparacion. El escesivo desenfreno, disipacion y vida estragada de su juventud produjeron fiebre y delirio. Los primeros efectos del delirio, fueron la mama fundada sobre la bien sabida teoría médica tan fuertemente disputada por unos como por otros, que una locura hereditaria existía en la familia. Esto produjo una melancolía continua, que con el tiempo llegó á desarrollarse en una mórbida demencia, y finalmente terminó en una espantosa locura.―Hay muchos motivos para creer que los acontecimientos referidos, aunque desfigurados por su estraviada imaginacion, realmente acaecieron. Lo único que estrañan los que atestiguaron los vicios de su temprana carrera, que sus pasiones cuando ya no contenida por la razon, no lo condujeran acometer aun mas espantosos crimenes.


FIN.