Página:El Naturalista argentino - revista de historia natural (IA Naturalistaarge1Arri).pdf/122

Esta página ha sido corregida
— 116 —

nia en Washington, hizo tambien nuevas observaciones respecto, á pesar de que estas observaciones se refieren a otra especie.

El conocimiento mas exacto de este interesante fenómeno lo debemos al Dr. Ganin, de Charkow. El célebre von Baer ha publicado en el Boletín de la Academia de San Petersburgo un extracto de las observaciones de Ganin, y él mismo publicó el resultado de sus estudios, con todos sus detalles, en los Anales de esa Academia.

En las líneas siguientes quiero dar á mis lectores una idea general de estos importantes estudios.


Ganin observó que, en uno de los rincones del comedor de una casa, la madera del pavimento estaba muy corrompida; en las tablas había una abertura muy grande, en la cual la criada arrojaba todos los dias la basura de la alcoba, de manera que pronto se formaba allí una gran acumulacion, principalmente de cáscaras de nueces, semillas de frutas, copos de lana, tierra, pedazos de papel, etc. Explorando esta basura con un objeto zoológico, Ganin encontró Anguilúlides, especies de Enchytræus, de Lumbricus, de Julus, y dos especie de larvas de mosquitos del género Cecidomyia.

En la misma ocasion, el feliz observador vió que una de estas larvas de 3 milímetros de longitud estaba llena de gusanillos que se movian libremente en el cuerpo de la madre. Inmediatamente se ocupó de la descripcion de su estructura interna y forma externa, reconociendo que era otra especie del mismo género creado por Wagner. Estudió especialmente el cuerpo grasoso, pero sin hallar nada de particular; era en todas sus partes perfectamente igual al mismo órgano de otros insectos. Encontró las mismas celdillas en que Pagenstecher pretende que se desarrollan los hijuelos, pero ellas no se transformaban de ninguna manera.

El estudio de Ganin tiene la mayor importancia en cuanto al desarrollo de los hijuelos, por lo cual deséo hablar de ello mas detalladamente.

Ganin observó, en los animales aún muy jóvenes, órganos pequeños que él llama—impropiamente, en cierto modo, como veremos mas tarde—ovarios.