Página:El Japón.djvu/52

Esta página ha sido validada
El Japón

estallan los tonos claros de las hojas de porcelana, las alas brillantes de los insectos, de las mariposas que pueblan esta pequeña selva que ha retoñado al pie de la grande. Sobre un platillo hay figuras, en relieve, de preciosos frutos, desconocidos en Europa y que, en japonés, se llaman Bua.

Un vaso barnizado con laca imita el bronce antiguo tan maravillosamente que es preciso tocarlo para convencerse de la imitación; hay también pantallas, platillos, cofrecitos que atraen igualmente la atención, pero encontraremos, sobre todo, la laca empleada con toda clase de materias, tales como el nácar, el marfil, la madera y la porcelana. He aquí, por ejemplo, una pantalla de madera del Japón sobre la cual se ve un vaso de laca que contiene flores de nácar y de marfil; el borde de esta pantalla parece que está hecho con paja de arroz, pero son láminas de marfil, extraordinariamente delgadas y entrelazadas de modo que imitan perfectamente á la paja. Sobre un biombo de madera, encuadrado en laca, hay personajes de porcelana; el pantalón, á rayas blancas y azules, de uno de ellos, diríase de seda. Los japoneses son muy aficionados á estas transposiciones engañosas, pues no se puede reconocer á primera vista de qué materia están hechos sus deliciosos muñequitos.

Hemos visto la laca que imita el bronce, el marfil ó la paja. Después veremos la porcelana imitando el hierro oxidado y he aquí una pantalla donde la seda imita la pluma con raro acierto. Al principio no se

-48-