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DON QUIJOTE DE LA MANCHA

estando al remo, le dió un bofetón, y por poderse vengar dejó su fe; y fué tanto su valor, que, sin subir por los torpes medios y caminos que los más privados del gran turco suben, vino á ser rey de Argel, y después á ser general de la mar, que es el tercero cargo que hay en aquel señorío. Era calabrés de nación, y moralmente fué hombre de bien; trataba con mucha humanidad á sus cautivos, que llegó á tener tres mil, los cuales después de su muerte se repartieron, como él lo dejó en su testamento, entre el gran señor (que también es hijo heredero de cuantos mueren, y entra á la parte con los demás hijos que deja el difunto) y entre sus renegados; y yo cupe á un renegado veneciano que, siendo grumete de una nave, le cautivó el uchalí, y le quiso tanto, que fué uno de los más regalados garzones suyos, y él vino á ser el más cruel renegado que jamás se ha visto.

»Llamábase Azán Bajá, y llegó á ser muy rico y á ser rey de Argel, con el cual yo vine de Constantinopla, algo contento por estar tan cerca de España; no porque pensase escribir á nadie el desdichado suceso mío, sino por ver si me era más favorable la suerte en Argel que en Constantinopla, donde ya había probado mil maneras de huirme, y ninguna tuvo sazón ni ventura; y pensaba en Argel buscar otros medios de alcanzar lo que tanto deseaba; porque jamás me desamparó la esperanza de tener libertad; y cuando, en lo que fabricaba, pensaba y ponía por obra, no correspondía el suceso á la intención, luego, sin abandonarme, fingía y buscaba otra esperanza que me sustentase, aunque fuese débil y flaca. Con esto entretenía la vida, encerrado en una prisión ó casa que los turcos llaman baño, donde encierran los cautivos cristianos, así los que son del rey como de algunos particulares, y los que llaman del almacén, que es como decir cautivos del concejo, que sirven á la ciudad en las obras públicas que hace y en otros oficios; y estos tales cautivos tienen muy dificultosa su libertad, que, como son del común, y no tienen amo particular, no hay con quién tratar su rescate, aunque le tengan. A estos baños, como tengo dicho, suelen llevar á sus cautivos algunos particulares del pueblo,