Página:El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha (1905, vol 1).djvu/630

Esta página ha sido corregida
426
DON QUIJOTE DE LA MANCHA
SONETO

     De entre esta tierra estéril, desdichada,
destos torreones por el suelo echados,
las almas santas de tres mil soldados
subieron libres á mejor morada;
     siendo primero en vano ejercitada
la fuerza de sus brazos esforzados,
hasta que al fin, de pocos y cansados,
dieron la vida al filo de la espada.
     Y este es el suelo que continuo ha sido
de mil memorias lamentables lleno
en los pasados siglos y presentes;
     mas no más justas, de su duro seno
habrán al claro cielo almas subido,
ni aun él sostuvo cuerpos tan valientes.

No parecieron mal los sonetos, y el cautivo se alegró con las nuevas que de su camarada le dieron, y prosiguiendo su cuento, dijo:

«—Rendidos, pues, la Goleta y el fuerte, los turcos dieron orden en desmantelar la Goleta; porque el fuerte quedó tal, que no hubo qué poner por tierra; y para hacerlo con más brevedad y menos trabajo, la minaron por tres partes; pero con ninguna se pudo volar lo que parecía menos fuerte, que eran las murallas viejas, y todo aquello que había quedado en pie de la fortificación nueva que había hecho el Fratin, con mucha facilidad vino á tierra. En resolución, la armada volvió á Constantinopla triunfante y vencedora, y de allí á pocos meses murió mi amo el uchalí, al cual llamaban uchalí Fartax, que quiere decir, en lengua turquesa, el renegado tiñoso, porque lo era; y es costumbre entre los turcos ponerse nombres de alguna falta que tengan, ó de alguna virtud que en ellos haya, y esto es porque no hay entre ellos sino cuatro apellidos de linajes que descienden de la casa otomana, y los demás, como tengo dicho, toman nombre y apellido, ya de las tachas del cuerpo, y ya de las virtudes del ánimo; y este tiñoso bogó al remo, siendo esclavo del gran señor, catorce años, y á más de los treinta y cuatro de su edad renegó, de despecho de que un turco,