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CAPÍTULO XXXVI
Que trata de otros raros sucesos que en la venta sucedieron


stando en esto, el ventero, que estaba á la puerta de la venta, dijo:

—Esta que viene es una hermosa tropa de huéspedes; si ellos paran aquí, gaudeamus tenemos.

—¿Qué gente es? dijo Cardenio.

—Cuatro hombres, respondió el ventero, vienen á caballo á la jineta con lanzas y adargas, y todos con antifaces negros, y junto con ellos viene una mujer, vestida de blanco, en un sillón, ansimesmo cubierto el rostro, y otros dos mozos de á pie.

—¿Vienen muy cerca? preguntó el cura.

—Tan cerca, respondió el ventero, que ya llegan.

Oyendo esto Dorotea, se cubrió el rostro, y Cardenio se entró en el aposento de don Quijote; y casi no habían tenido lugar para esto,

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