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prueba de la inmoralidad común. El gobierno no temía el escándalo, á causa de que el pueblo se dejaba llevar por análogas corrientes, demostrándolo así la escasa resonancia de la iniquidad. La voracidad fiscal, correspondía al providencialismo de Estado, que constituía el modus vivendi predilecto del pueblo; y esto consumó la hostilidad contra todo individualismo, cimentando á la monarquía en el concepto de un Estado omnipotente.

Carlos había sido el tirano paladín; Felipe fué el tirano burócrata. Lo único que le sobrevivió, es decir su obra más perfecta, fué la administración, instrumento ingenioso de tortura económica en el cual colaboró la Inquisición misma, no obstante lo diverso de su destino.

Fundada en efecto para defender la unidad política, bajo la monarquía que reemplazó al feudalismo, é incorporada al pueblo con este fin por medio del prestigio religioso, su sistema resultó de gran eficacia para la unidad, y Felipe calcó sobre ella su régimen administrativo. Este doble carácter religioso y fiscal, le dió una importancia inmensa, robusteciendo sus vínculos, es decir garantiendo su permanencia como institución normal.