Página:El Imperio Jesuitico - Leopoldo Lugones.pdf/75

Esta página ha sido validada
— 73 —

parecido en lo desalmados y bellacos. Hasta la naturaleza parecía complicarse en sus farsas, pues la yerba de los pordioseros (clematis vitalba L.) con que producían sus llagas artificiales, ha abundado siempre en España de una manera prodigiosa...

La caridad pública los fomentaba, sin embargo, á título de intermediarios con la divinidad; y el clero, improductivo como ellos, y como ellos mendicante de profesión, agravaba el daño con preconizarlo. Nada pudieron contra su difusión las disposiciones reales; la religión los amparaba, y exagerando los principios de caridad evangélica con sectario fervor, dió en el panegírico de la miseria.

Añadíase á éste, otro azote de la misma procedencia. La vagancia, que reclutaba sus hordas en el bajo fondo social, donde la ilegitimidad creciente de los nacimientos, aumentó, á la vez que los infanticidios, los abandonos en cantidad prodigiosa. Esto último llegó á constituir un peligro social tan grande, que las Cortes de 1552 solicitaron la creación de funcionarios especiales, cuya misión fuera amparar y proporcionar trabajo á los niños