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sin dueño, en el cual iban á depredar todos los años, con autorización del gobierno; cuadrillas de trabajadores que enriquecían las estancias. Tenían una denominación específica, lo que da al fenómeno rasgos de industria organizada: llamábanlos gauderios, vocablo cuya alegre etimología [1] denuncia el carácter de semejantes empresas. Eran un jolgorio ecuestre y de manga ancha, que exaltaba hasta el delirio la afición á las aventuras.

El privilegio habíase trasladado, además, con la nobleza, exagerándose al contacto de una raza esclava y explotada sin misericordia; bien que la forzosa intimidad, ocasionada por las labores rurales, hubiera establecido cierto compañerismo entre el señor y el proletario. Éste encontró incentivo de sobra á su instinto nómade de mestizo, en la extensión de la pampa y en su desheredamiento, volviéndose salteador y cuatrero; á todo lo cual se agregaba la haraganería, que una fácil manutención, proporcionada por el ganado cerril, aseguraba como una prebenda.

  1. Proveniente sin duda de gaudere: gozar, divertirse. La Academia no dá el vocablo en su Diccionario, aunque registra el afín godería: comilona en caló.