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didas á la bóveda ó muro abrazados por sus raíces. La mencionada iglesia de Trinidad, con la cual me especializo por ser la que da más fácil acceso al viajero, presenta señales evidentes de cuanto dejo expresado. A primera vista, dijérasela destruída por un terremoto; tal es de completa su ruina. Después se advierte que esto resulta sólo de la friabilidad del material. Pilar que caía ó muro que se derrumbaba, todo lo reducían á añicos en torno suyo. La humedad colaboraba activamente á su detrición <ref> y el bosque se metía por la brecha acto continuo.

De las naves no queda ya resto en pie. El crucero permanece, así como un pedazo de bóveda sobre el presbiterio y uno de los arcos torales que no tardará en caer. La sacristía conserva también su bóveda y un nicho decorado por una rica archivolta. A ella perteneció la puerta cuya reproducción habrá visto ya el lector: pesado batiente de cedro que adornan profusos ataires.


En mi libro "La cuestión educacional" he dado la filiación de este neologismo, que significa destrucción por frotamiento, y fué introducido al francés (détrition) por Cuvier en su Discours sur les Révolutions du Globe, parág. 4°.