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continuo y una constante renovación. Una pileta trapezoidal, cuyas bases son de 9.20 y 4.70, estando situada á 4.10 del depósito, recibía el excedente, desaguándolo á poca distancia en una ciénaga del arroyo Cuña-Manó. Posiblemente serviría de lavadero. Las mediacañas, labradas en gruesos bloques de gres para formar los albañales, tenían 0.28 de diámetro. Sobre la base del exágono que forma la piscina, corrían tres gradas de descenso, y toda ella estaba rodeada de palmeras que le comunicaban agradable aspecto. Debía constituir un bello paseo y un baño delicioso.

Eran también notables los puentes. A 7 kl. O. S. O. de las mismas ruinas, quedan los restos de uno sobre el arroyo Chimiray. Comienza con una calzada de piedra de 9 metros de ancho por 30 de longitud en la margen E., y 58 en la opuesta. Dicho arroyo, que corre allá de N. O. á S. O., tiene un ancho normal de 15 ms. y una profundidad de 1.50; pero durante sus rápidas crecidas, suele salirse de madre hasta 1.000, y alcanzar honduras de 8 cuando no tiene donde extenderse. Previendo esto, se construyó el puente en un terreno anegadizo, lo que impedía que las