Página:El Imperio Jesuitico - Leopoldo Lugones.pdf/182

Esta página ha sido validada
- 180 -

tan opuestas, claro es que la predicación sólo daba resultados insignificantes. En los primeros tiempos, se efectuó á veces con ayuda de intérpretes; y es fácil suponer la manera como los conceptos teológicos del catolicismo pasarían á las mentes salvajes, traducidos por el guaraní de un lenguaraz.

Aunque los PP. contaron desde luego con el catecismo de los franciscanos, en lengua indígena, y por más que algunos ya la sabían, las dificultades fueron casi insuperables para comunicar cosas tan sutiles y complicadas como las teológicas, sin que el fetichismo aborigen presentara una sola coyuntura en su tosca sencillez. La conciencia errátil del indio producía un obstáculo quizá mayor, no quedando entonces otro expediente que una imposición directa y autoritaria.

Fué lo que se hizo, imprimiendo en aquella indolente plasticidad, todavía aumentada por su situación de vencida, el sello teocrático, y atrayéndola con el único medio de relación posible, dada su impenetrabilidad psicológica: la tentación sensual, por medio de golosinas, músicas, pinturas, etc.-arte en el que, ayer como hoy, eran maestros aquellos religiosos.