Todo lo concerniente á las relaciones entre el indio y el encomendero, era un sentimentalismo de aplicación imposible; pero aquella manumisión constituía una sabia medida de gobierno, pues prevenía radicalmente el daño de la esclavitud perpetua. De persistirse en ella, nada le habría faltado á la conquista laica para su éxito completo; pero la tendencia improvisadora de una legislación arbitraria y enteramente formal, hizo fracasar el experimento en una crisis de impaciencia. Una expedición desgraciada [1], bastó para dar por muerto el fruto que iba á lograrse quizá, poniendo en otras manos su cultivo.
Mientras, las provincias de Vera y de la Guayra llevaban ya cincuenta años de régimen encomendero; así es que sus indios iban á entrar en libertad, cuando fueron entregados á los jesuitas.
No creo que aquello hubiera dado mucho de sí, pero el ensayo no se hizo, y queda la duda, existiendo además una circunstancia que tiende á reforzarla.
Como los españoles no trajeron consigo muje-
- ↑ La de Hernandarias, de que se hablará más adelante.