Página:El Gíbaro.djvu/167

Esta página ha sido corregida
159

hecho una furia, cuando yo estaba lleno de mortal congoja: V. responderá á Dios si mi hermano muere, y yo me iré de mi tierra, á servir de soldado en un país donde me maten pronto de un balazo para acabar con una vida que me es insoportable ... ¡Qué haré, Dios mio, qué haré! Las palabras de mi hijo, que me acusa de haber causado la desgracia y quizá la muerte de su hermano, me desgarran el alma. ¿A quién acudir en tal conflicto?

—A la Religion, que cura todos los males del alma, dijo el sacerdote con acento sublime. Voy á mi casa y dentro de una hora estaré en la de V. ¿Encontraré allí á su hijo mayor?

—Sí señor ; porque no se mueve del lado del herido, y llora y se desespera tanto como yo.

—Bien, iré; y con la ayuda de Dios daré otra direccion á las inclinaciones de aquellas almas excelentes aunque algo viciadas.

—¡Ojalá no sea demasiado tarde, esclamó el padre infeliz y cayó desmayado en una silla.